Y, ahora, en el 2020, es su nieta Esther Gómez Álvarez, que cambia totalmente de sector al dejar atrás la ingeniería, oficio que le había dado la oportunidad de viajar y empaparse de otras culturas con amplia tradición joyera como la musulmana o la india, y decide adentrarse en el negocio familiar siguiendo con la tradición, pero dándole una imagen renovada e integrando nuevas técnicas de trabajo, así como el diseño 3D. Todo ello, al tiempo que cursa el Grado de gemología de la Universidad de Barcelona impartido en la Escuela de joyería del Atlántico en Vigo.